“Me subieron a una camioneta unos señores, habla con ellos por favor, – a ver tranquilo, pásate pa’ tras, buenas tardes-”.
Fingiendo un presunto secuestro, es como sujetos intentan extorsionar a la población, pidiendo una fuerte suma de dinero para presuntamente liberar al familiar que se encuentra en peligro.
“Te explico lo que está sucediendo con tu hijo y por qué lo detuvimos ¿me escuchas?, tu hijo se encuentra bien como lo acabas de escuchar, me pidió que te marcara que tú lo podías ayudar”.
En este caso en específico, la llamada realizada tenía LADA de la ciudad de Comitán de Domínguez y quien la hacía era presuntamente integrante de un grupo criminal.
“Mi gente lo subió a una de mis camionetas porque vio cosas que no tenía que ver, nosotros somos del CJNG, si te llamo la llamada es para llegar a un acuerdo y entregarte a tu hijo, me prometió una cantidad de 50 mil pesos”.
Este modus operandi, no es nuevo, pero tampoco es el único, las estafas pueden incluso cometerse frente a frente, sin que la víctima lo sospeche.
Cada vez, los delincuentes van cambiando e innovando sus estrategias, por ello, piden a la población estar alerta.
Sin embargo, pese a que las extorsiones telefónicas son frecuentes, en su mayoría no se denuncian y es que el delincuente al decir que se trata de un presunto secuestro, intimidan a la persona agraviada.
“La misma naturaleza del delito, parte dela conducta delictiva es la condicionante de no avisar a la policía o no denunciar el delito para que la víctima pueda regresar con sus familiares”, expuso Carmen Villa, directora del Observatorio Ciudadano Chiapas.
En 2023, la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) reveló que el 92.9 por ciento de los delitos cometidos en México no fueron denunciados, mientras que en Chiapas esta cifra se elevó al 96.6 por ciento. Esto significa que una proporción muy alta de delitos, incluyendo el secuestro, no son reportados a las autoridades en Chiapas.
Informa: Lizbeth Leyte