La inflación, ha cambiado radicalmente la dieta de las familias, quienes han suplido ciertos alimentos ante lo costoso que resulta comprarlos.
“Tanto carne como verdura sale igual, antes los huevos y frijoles decían que era para los pobres, ahora hasta eso carísimo, un huevito 3:50, 4 pesos, cosa que nunca se esperaba”.
Tan sólo en 12 meses, el costo el costo total de la canasta básica alimentaria incrementó casi 100 pesos en zonas urbanas.
Del primer trimestre de 2024 al primer trimestre del 2025, en Chiapas se registró un incremento anual de 4 por ciento en el ámbito urbano y de 2.7 por ciento en el rural.
El encarecimiento de los alimentos básicos tiene efectos directos sobre los hábitos de consumo de los hogares, especialmente en contextos donde los ingresos no se actualizan al mismo ritmo que los precios.
Aunque las familias podrían contar con más ingresos –tomando en cuenta que muchas familias reciben apoyos gubernamentales- los ingresos son insuficientes, pues los precios de productos no se mantienen estáticos.
Alimentos básicos como el pescado, la carne o la fruta están siendo sustituidos por alimentos procesados y menos frescos a causa de la inflación, incluso recientemente, en la Cuaresma, muchas familias dejaron a un lado costumbres heredadas de generación en generación, pues comprar mariscos se convirtió en un lujo.
“No como carne todos los días, hoy menos, de vez en cuando, ahora la gente más pobre quién sabe cómo le hará”.