Chiapas se distingue por la riqueza de sus altares del Día de Muertos, reconocidos por su diversidad de sabores, colores y dulces típicos que rinden homenaje a los seres queridos que ya no están.
Sin embargo, este 2025, el encarecimiento de los productos, especialmente del azúcar, ha puesto en aprietos a muchas familias que buscan mantener viva esta tradición.
Los dulces típicos chiapanecos, símbolos de una de las manifestaciones culturales más representativas de la región, se han vuelto cada vez más costosos.
En el Mercado Municipal “Dr. Rafael Pascacio Gamboa”, el local “Doña Maluye”, con más de 40 años de tradición en la elaboración de dulces típicos, sigue preservando este legado.
Erika Guadalupe, tercera generación de esta familia, asegura que actualmente una familia puede gastar hasta 500 pesos solo en dulces y productos alusivos para el altar.
Esto, sumado al desplazamiento de adornos tradicionales como el papel picado mexicano por productos importados de China, ha hecho que cada año sean menos las familias que construyen altares tradicionales completos.
Entre los dulces más representativos que no pueden faltar en los altares chiapanecos se encuentran las calaveritas de azúcar o chocolate, chimbos, dulce de yema, nuégados, cocadas, melcochas, así como los dulces de calabaza, camote, tejocote y chilacayote, cada uno con su sabor, color y simbolismo para honrar a los difuntos.
A pesar de los retos, los vendedores esperan que en los días cercanos al 1 de noviembre, las ventas se incrementen hasta un 50%, con familias que aún buscan mantener viva la tradición de celebrar la memoria de sus seres queridos a través de los sabores más emblemáticos de Chiapas.
Informa: Issa Maldonado